Job 38:4-7
¿Existe el diablo en realidad? Muchos hablan acerca de él, más otros se burlan y dicen que solamente se trata de un invento supersticioso de la imaginación, de gente que posiblemente no tiene mucho criterio.
Génesis 1:1 describe una escena completa. En génesis 1:2 las palabras traducidas por “desordenada y vacía” son tohu y bohu, que vertidas literalmente al castellano significan: caótico, en confusión, desolado, etc. La pregunta que surge es, ¿Acaso Dios creó así la Tierra, en esas circunstancias? 1 Corintios 14:33 dice que Dios no es un dios de confusión, sino de orden. Además, ¿Por qué habría Dios de crear la tierra desordenada y vacía para luego ponerla en orden? Sería algo ilógico y absurdo.
Ahora bien, la palabra hebrea barah, que en Génesis 1:1 se traduce por creó, implica que lo creado fue una obra perfecta, en orden absoluto y lleno de belleza, no en caos y confusión (Job 38:4-7).
Entonces, ¿Por qué la Tierra estaba desordenada y vacía? Consideremos Génesis 19:26, la palabra traducida por se volvió es la misma palabra que en Génesis 1:2 se traduce por estaba. En otras palabras, la Tierra se volvió caótica, mas Dios no la creó de esa manera.
Surgiría una interrogante más, ¿Qué fue lo que ocasionó tal confusión y desorden? El hombre todavía no había sido creado, pero vemos que en 2 Pedro 2:4, se menciona el pecado de los ángeles. Fue en efecto un pecado que sucedió antes de que el hombre fuese creado. Este incidente sucedió entre Génesis 1:1 y Génesis 1:2, una rebelión angelical, que dio inicio a la existencia de los demonios y de Satanás, y que según 2 Corintios 4:4 se ha convertido en el dios de este mundo.
Consideremos cómo se originó el diablo. Isaías 14:4 menciona a un rey de Babilonia, un rey que se enseñoreaba sobre las naciones, un invasor, un perturbador de la paz. Él tenía una filosofía opuesta a la de Dios, de tal manera que los versículos 12 al 15 hablan del mismo Satanás, para luego en el versículo 16, seguir hablando de este rey con personalidad diabólica.
Satanás era un arcángel, es decir, un dirigente de los ángeles. El versículo 13 dice que quiso subir al cielo para destronar a Dios, no se conformó con ser exaltado sobre los ángeles en la Tierra, sino que pretendió ser exaltado sobre los ángeles de Dios, en el cielo. En otras palabras, quiso quitar a Dios y reinar él mismo sobre todo el universo.
Ezequiel 28:2 nuevamente hace referencia a un príncipe humano, y luego en los versículos 12b al 17a habla directamente de Satanás, para luego seguir hablando de este rey humano. Él no pudo con Dios, el versículo 17 registra que fue nuevamente arrojado a la Tierra, tal como Jesús lo describió en Lucas 10:18. Así fue como este arcángel de Dios se transformó en Satanás que significa Adversario.
En resumidas cuentas, lo que sucedió fue lo siguiente: la Tierra fue creada por Dios en forma completa y perfecta, a tal punto que los ángeles alabaron de alegría al ver semejante belleza. A partir de entonces fue poblada por ángeles, puso como gobernante a un arcángel llamado Lucero (significa portador de luz). Había paz, alegría y felicidad en todo el planeta, hasta que este ser permitió que su belleza y perfección le llenaran de vanidad y codicia. Reunió a todos los ángeles y los guió a formar un ejército para invadir el cielo y destronar a Dios. Desde entonces él es Satanás y los ángeles que lo siguieron son demonios. Esta rebelión angelical fue la que ocasionó el caos en la Tierra.
Dios comenzó a reconstruir la superficie, la reformó, la remodeló y creó al hombre. Dios le dio la oportunidad de gobernar la Tierra, pero Satanás mismo se encargó de destruir este plan. Entonces tuvo que enviar a su propio hijo para ganar la batalla final, lo hizo en la cruz del calvario y mediante su resurrección. Ahora él pronto vendrá para establecer su reino. Al adversario le queda poco tiempo y nosotros debemos mantenernos firmes y constantes en la obra del Señor.
